“No me callé con Franco, tampoco me van a callar ustedes”

Con estas palabras el alcalde de Alcorcón don Enrique Cascallana increpaba a les vecines de la Asociación vecinal Parque Mayor en una de sus conocidas soberbias intervenciones.

A la reunión, celebrada el pasado día 13 de julio, se invitó al alcalde que acudió acompañado de su Plana Mayor municipal. El encuentro era esperado por lo vecinos que llenaron el aforo del centro cívico Los Pinos de la localidad.

La asamblea, convocada por la “AA.VV. del Parque Mayor”, contenía un solo punto en el orden del día y era hablar sobre los planes urbanísticos que el Ayuntamiento está llevando a cabo en el barrio, e informar en detalle de la ejecución de dichos proyectos.

El alcalde tomó la palabra en primer lugar para informar de todos los trabajos que se estaban realizando en el barrio, necesarios según él si lo que se persigue es una ciudad mejor, con más espacios para los peatones y menos para los vehículos, y que para ello el gobierno municipal ha puesto en marcha la construcción de numerosos aparcamientos subterráneos. Además, enumeró varios proyectos del famoso Plan E del Gobierno de Zapatero que el Consistorio efectúa en este barrio de Alcorcón.

Una vez terminada las explicaciones del alcalde, se pasó el turno de palabra a los asistentes que, con varias e interrumpidas intervenciones, denunciaron su malestar al no estar de acuerdo con algunos proyectos y la forma de ejecutarlos al dejar de lado la opinión de los propios vecinos. Durante el acto hubo momentos en el que los ánimos de los asistentes y también el del alcalde, auxiliado por algunos concejales, se exaltaron debido a las continuas interrupciones en las exposiciones de motivos, al total desacuerdo de los vecinos en algunos puntos.

El momento álgido de la reunión se alcanzó cuando el alcalde, ni corto ni perezoso soltó la frase que intitula este artículo “no me callé con Franco, tampoco me van a callar ustedes”, como respuesta a una intervención anterior de una vecina que le criticaba por su mala gestión de los caudales públicos: “no se puede gastar tanto cuando en tu casa (haciendo referencia al Ayuntamiento) no tienes ni para pagar a los empleados”, decía la vecina. Fue en ese momento cuando numeroso público, ante la desfachatez del edil al pronunciar estas autócratas palabras, abandonó el centro cívico, bastante indignado.