domingo, 25 de octubre de 2009

NO A LA DESTRUCCIÓN DEL PINAR DEL PRADO SANTO DOMINGO


Examinando los Presupuestos municipales para este año, se comprueba el proyecto de remodelación y construcción de la nueva Ciudad Deportiva Santo Domingo, que contiene el Programa de Inversiones del Presupuesto para 2009, en el apartado 452.00, código de proyecto 622.00, de 2007-2-45200-001 y cuyo montante económico asciende a 2.900.000 €.

Una de las ejecuciones previstas es la destrucción de gran parte del pinar existente, 14 hectáreas de pinos, alcorques y encinas, y en su lugar se construirán edificios de finalidad deportiva; una masa arbórea, la de este parque, que amortigua los efectos contaminantes de las saturadas carreteras que rodean Alcorcón en esta zona oeste, con pinos de más de 17 años, cuyo trasplante no es para nada recomendable pues al menos un 70 % no fructificaría.

Es difícil pensar que en cualquier otro municipio se hiciera algo parecido: destruir tal masa arbórea para construir unas piscinas; sencillamente nos tratarían de chiflados.

Como dice en dichos presupuestos, aprobados en Pleno Municipal de diciembre de 2008, este proyecto es totalmente lícito para su ejecución.
Ahora bien, y centrándonos sobre la cuestión de la destrucción de una gran parte del pinar existente, uno se pregunta: ¿qué poder democrático tiene en sus manos el ciudadano para enmendar un proyecto que no está de acuerdo con él? (y cuando me refiero a ciudadano, hablo de todos los que no estamos a favor de que nos expolien el pinar, seamos 10, 1000 o 50.000 ciudadanos).
Aunque las grandes manifestaciones callejeras sirven muchas veces para hacer pensar a los gobernantes sobre sus actuaciones, y el índice de contrariedad ciudadana, la mayoría de las veces éstos se lo pasan por el forro, además de, pienso, no ser el camino más correcto para llevar a buen término tus reivindicaciones.
Pues bien, además de estas manifestaciones que son loables y totalmente democráticas, opino que tenemos los cauces institucionales a nuestro alcance para pedir que se nos escuche, y estas son las Juntas de Distrito, que en su Reglamento de Organización y Funcionamiento, artículo 3, dice:
"Las Juntas de Distrito tienen como sus fines el acercamiento de la gestión municipal a les vecines, fomentando entre estos la preocupación e interés en las soluciones o alternativas a los problemas de su barrio, así como servir de cauce a las aspiraciones del vecindario, etc., ect".

Ya habéis hablado en alguna ocasión de mi ingenuidad cuando denuncio hechos como este, la reconozco y la asumo, no sé si decir que es bondad o tonted de mi carácter. Lo que sí es cierto que prefiero ver el lado puro de las cosas. La Democracia, nuestra democracia (con minúscula) aún no es mayor de edad, no tiene la experiencia necesaria para presumir de unas libertades, con sus derechos y obligaciones, que nos defienda de la injusticias , las desigualdades y las rémoras de tiempos pasados que seguimos aún hoy aplicando.

Las bases para que una extensa Democracia se ejercite están debidamente puestas, pero no se puede decir lo mismo de quien tiene que ejecutarlas.
Por esa razón, y pongo a prueba lo que digo, reclamo mi derecho a no estar conforme con un proyecto municipal por muy aprobado que esté en los presupuestos y que nace realmente no tanto de la demanda vecinal sino del capricho de un partido político que organiza, proyecta y ejecuta a su antojo.
Como primera medida, por tanto, es la de visitar y pedir cuentas en las Juntas de Distrito; como segunda medida, la de reunir todas las firmas de los vecinos opuestos presentemos como aval ante nuestro Alcalde.

Es mi opinión, y como tal os la expongo.

martes, 6 de octubre de 2009

Acto del Alcalde - Torero con vecinos en el C.C. Los Pinos



“Cuando los que mandan pierden los papeles, los que obedecen pierden el respeto”

En la última reunión que nuestro Alcalde tuvo con los vecinos en el C.C. Los Pinos, muchos nos sentimos impotentes o quizás ruborizados para transmitir sensaciones de indefensión frente a la prepotencia de un Alcalde de Alcorcón toreador de los envites vecinales.
Asistimos en el coso del c.c. Los Pinos a una irrepetible tarde de toreo vecinal. Nuestro Alcalde, preparado para tal evento, mostró sus mejores artes toreadores y, con capotes de izquierda a derecha, al natural y de pecho, de trinchera o a manoletina, pues supo dominar a un bravo tendido encrespado y mucho por el levantamiento general del suelo municipal.
La crónica comienza con un Enrique Cascallana sobrao que dirían los castizos, futura promesa de los cosos parlamentarios y gran toreador político. Es el Alcalde-torero que pasea el nombre de nuestro pueblo a lo largo y ancho del orbe senatorial. En esta intervención ha demostrado estar en plena forma con fuerza y con ganas ante este nuevo curso político que comienza, a lo mejor su lanzamiento definitivo en la escena política del mundo mundial, y que a buen seguro conseguirá abrirse hueco. Si un Tomás Gómez puede ser candidato a la CCMM, por qué no Don Enrique Cascallana lo puede ser incluso a la presidencia de gobierno, poderío no le falta.
Tras una corta intervención de nuestro Alcalde, salto al coso vecinal un inesperado muletilla, el bloguero Pedro Moreno, que irrumpió dando capotazos tan rápidos como indecisos, era su momento tan largamente esperado y en el que tenía puestas muchas esperanzas en las que exponer sus artes políticas. Tras dar un par de capotazos al Edil Presidente, el bloguero inspirado, fue inmediatamente increpado por la cuadrilla del Maestro que lo introdujo diplomáticamente hacia los burladeros. El torero-alcalde, sabido dueño de una situación que le era propicia cogió su muleta verborera y le enseñó al muletilla cómo se ejerce el arte de la política.
El tendido le escucha embravecido con sus demandas, pero nuestro alcalde-torero va tumbando uno a uno a sus adversarios “si le llaman ladrón él contesta sinvergüenza”; haciéndose dueño y señor de la plaza: “por aquí rectifico, por acá paro la obra porque están los de Telemadrid, por allá arreglo las grietas en los edificios, por acullá propongo otra convocatoria vecinal.
Uno a uno, el alcalde-torero, iba rebatiendo las protestas vecinales, con buena mano izquierda: “es el modelo de ciudad que quiero y por el que me han votado”, decía, “es la ciudad que queremos para nuestros vecinos”.
Esplendoroso lucimiento de un alcalde que promete mejores plazas.
Septiembre de 2009

viernes, 2 de octubre de 2009

Plaza de Las Fraguas ¡¡quien te ha visto y quien te ve!!


La antigua Plaza de Los Caídos, hoy rebautizada de Las Fraguas ha sufrido un cambio total en su fisonomía. Hay que tener muy mal gusto para hacer una plaza pública donde lo que tiene que imperar es el deseo de estar en ella y no la frialdad del hormigón que es lo que prima en toda la plaza. Las praderas, los árboles, las fuentes, con sus bancos y espacios para el recreo deben reinar cuando construyes un lugar de reunión como es una plaza pública. Lo que han hecho en su lugar son moles de granito y hormigón y una especie de respiraderos a modo de chimeneas de un barco. Vamos, un fiasco de plaza, un esperpento de plaza pública.

Si ya conocíamos el desastre que se cometió con la plaza de la Hispanidad, lo de la plaza de Las Fraguas roza ya lo inadmisible. No se puede consentir.
¿En qué pensaba el Gobierno local cuando proyectaba el diseño final de la plaza?,
¿Se sentirán orgullosos de la obra realizada?,
¿Qué arquitecto lumbreras hizo este diseño? A lo mejor le han dado hasta un premio, pero al mal gusto.

Poco a poco el arte va desapareciendo de Alcorcón para dar paso a la cultura del hormigón en el espacio urbano cada vez menos verde.
Buena solución sería tirarla, hacerla de nuevo y poner una estatua dedicada a Chiquito de la Calzada “el fistro de la Pradera”.