Los cuatro jinetes del Apocalipsis

Aunque el presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo en enero de 2008 que España "está mejor preparada que Europa" para afrontar la crisis, la realidad hoy julio de 2009, es bien distinta y muestra que nuestro país no sólo no está mejor preparado que Europa, sino que es el que de forma más brusca ha caído y (sobre todo y lo más doloroso), el que más esfuerzos va a tener que hacer para levantarse, el propio Felipe González ha dicho que si no se toman unas medidas adecuadas, a nuestro país le costará recuperarse de esta crisis al menos diez años.

Y hasta el Banco Central Europeo -que no suele hablar sobre la situación económica particular de ninguno de los países de la Eurozona- no ha podido resistirse a hablar de un caso tan exagerado como el de España. Según la institución financiera "en España el aumento del paro se acompaña de un elevado déficit público, y la combinación de una evolución negativa del mercado laboral con altos niveles de endeudamiento puede ser indicativa de mayores riesgos relacionados con las rentas", dice el BCE en su informe semestral.

Pero no pasa nada en la ilusoria “Casa de la pradera” del bueno de Zapatero. Nuestro presidente arregla los entuertos de su “finca España” a lo Bonanza. No se arredra ante ningún problema, pues a golpe de infantilidades como los tan afamados“brotes verdes”, o de talonario “aumento de protección del paro”, o de poner a cien a los Ayuntamientos con sus “Planes E”; nuestro protagonista administra esta su casa de la pradera en la que pastan alegres y despreocupadas las tremendamente intelectuales “Aidos” y “Pajínes”.

Todo y de todo: que nos pongan de comer y de beber, hasta que nuestra caja común, ésa que paga los sueldos de todos los funcionarios, ésa que mira por que se paguen las pensiones de los jubilados, prejubilados y miles de altos cargos de las administraciones, ésa que poco a poco está más endeudada y vacía como la de nuestro querido Ayuntamiento de Alcorcón, que debe más de lo que se puede deber; todo y de todo hasta cuando nuestra deuda exterior sobrepase todo lo permitido al gobierno de una nación.

Como dice el refrán: “que Dios nos coja confesaos”, como sigamos por mucho tiempo con este Bonanza tan particular que tenemos y sufrimos todes les españoles.